Intérprete y profesora de castañuelas española. Reconocida
como una de las principales especialistas de este instrumento en la segunda
mitad del siglo XX y comienzos del XXI, desarrolló una destacada labor
pedagógica, investigadora y artística. Fundó la Escuela de Castañuelas “Carmen de Vicente” en Madrid, que
se convirtió en un referente para la enseñanza sistemática del instrumento.
Su método de trabajo contribuyó a dignificar la práctica de las castañuelas en ámbitos profesionales de la música y la danza, con un enfoque académico y moderno que consolidó el instrumento como disciplina autónoma. Además de su faceta docente, participó en recitales, conferencias y cursos especializados, dejando un legado sólido en varias generaciones de intérpretes.
Es considerada una figura clave en la institucionalización del estudio de las castañuelas en España y en su proyección internacional.
La trayectoria de Carmen de Vicente se distingue por su doble
vertiente de intérprete y maestra. Nacida en Madrid, dedicó gran parte de su
vida a dotar a las castañuelas de un espacio propio en la enseñanza musical,
más allá de su tradicional asociación con la danza española. Para ello fundó la
Escuela de Castañuelas “Carmen de Vicente”,
institución que ha formado a numerosos profesionales del instrumento y que se
convirtió en modelo de referencia.
Su metodología, basada en un
aprendizaje progresivo y sistemático, fijó un repertorio técnico que incluye
ejercicios de digitación, independencia de manos y desarrollo rítmico, con el
objetivo de dotar al intérprete de un lenguaje propio y no subordinado a la
coreografía. Esta concepción la llevó a plantear las castañuelas como
instrumento solista, capaz de protagonizar conciertos y de dialogar con
formaciones musicales diversas.
En el terreno artístico, Carmen
de Vicente ofreció recitales y conferencias en España y en el extranjero,
colaborando con instituciones culturales y festivales dedicados a la música
tradicional y académica. Su trabajo de difusión y su presencia en medios
especializados ayudaron a dar visibilidad al instrumento en contextos hasta
entonces poco frecuentes.
Entre sus discípulos se cuentan
intérpretes que hoy desarrollan carreras propias en la enseñanza y la
interpretación, prolongando así la vigencia de su legado. También elaboró
materiales didácticos y métodos de estudio que circulan en el ámbito académico
y contribuyen a la normalización de las castañuelas como disciplina musical.
Por su aportación global, Carmen de Vicente ocupa un lugar destacado en la historia contemporánea de las castañuelas, siendo una de las grandes impulsoras de su reconocimiento como instrumento con identidad propia.