Son dos címbalos suspendidos unidos por una cuerda de cuero. Se usan en rituales especiales, haciéndose un fuego al que se añaden ropa, arroz, incienso, etc. Un lama dirige una puja mientras el ting-sha es tañido ocasionalmente para invocar a los espíritus deudores para que recojan lo echado al fuego y queden saldadas nuestras deudas kármicas con los espíritus.