La edición de El rastro, publicada por la Fundación Torremozas en 2006, constituye un hito significativo dentro del estudio de la obra narrativa de Gloria Fuertes. El volumen rescata y ordena una serie de relatos aparecidos originalmente en la revista Chicas entre 1952 y 1954, un periodo en el que la autora estaba construyendo todavía su identidad literaria y afinando los rasgos que más tarde definirían su estilo poético.
Castañuelas
La mención aparece en el relato protagonizado por Carmen Torres, la bailarina cuyo origen humilde se transforma en una trayectoria artística marcada por el instinto, la disciplina y cierta fatalidad poética.
En este relato, las castañuelas desempeñan un papel doblemente simbólico. Primero, como parte del paisaje sonoro de las fiestas rurales donde la joven protagonista descubre su talento:
“…bailando sola al son del tamboril, bandurria y castañuelas en el valle de los álamos.”
El trío de instrumentos —tamboril, bandurria y castañuelas— sitúa a la protagonista en una tradición musical popular, que precede a su educación formal.
Unas líneas más abajo, la autora refuerza la imagen al presentar a Juanito el Pintamonas, músico autodidacta, porquero e hijo de porquero, capaz de tocar “mejor que Lola Flores las castañuelas”.
“…Juanito el Pintamonas, el de las castañuelas, […] aprendió a tocar mejor que Lola Flores las castañuelas.”
Esta asociación entre la danza instintiva de la muchacha y el virtuosismo popular de Juanito define un espacio donde la música se transmite por contagio, por convivencia, por oído y por cuerpo. En realidad, Gloria Fuertes está describiendo algo muy profundo: cómo el arte nace del pueblo y cómo la técnica profesional —la que Carmen adquirirá después con el bailarín ruso— no anula ese origen, sino que lo transforma.
Esta presencia, aunque breve, es significativa y congruente con la sensibilidad de Gloria Fuertes: la mezcla de ternura, humor y verdad cotidiana; la atención al mundo rural; la reivindicación del talento instintivo; y la capacidad de transformar un objeto popular —en este caso, las castañuelas— en un detonante narrativo, un pequeño sonido que inaugura una vida entera.