María del Pilar Rioja del Olmo nació el 13 de septiembre de 1932 en Torreón, Coahuila, México. Hija de padres españoles, fue la mayor de cuatro hermanos. En su ciudad natal, Pilar completó su formación básica, incluyendo estudios de danza, así como su educación primaria y secundaria.
En Torreón, Pilar comenzó a bailar junto a su hermana Milagros, quien, con tan solo seis años, ganó un premio al interpretar la jota, acompañada por su padre. Este entorno familiar, profundamente vinculado a la música y la danza, marcó los primeros pasos de Pilar en el mundo del baile, fortaleciendo su conexión con las raíces españolas y los ritmos tradicionales que más tarde influirían en su carrera artística.
Hacia 1960, Pilar Rioja perfecciona su técnica de la mano de José Domingo Samperio, un maestro que la guió en el dominio de la música barroca española e italiana. Su profunda dedicación a estos estilos la llevó a destacar en la interpretación de estas complejas y refinadas formas musicales, fusionándolas con su habilidad en el manejo de las castañuelas de concierto. Este instrumento, en sus manos, se convirtió en una extensión natural de su expresión artística, logrando una armoniosa combinación entre el ritmo, la danza y las melodías barrocas, lo que le permitió elevar su estilo a un nivel virtuoso.
En 1968, Pilar Rioja viaja a España para estudiar con la destacada maestra Regla Ortega, profundizando en su conocimiento del flamenco y otras danzas españolas. Ese mismo año, contrae matrimonio con el renombrado poeta español Luis Rius, una unión que enriqueció su vida artística e intelectual. A pesar de su vida personal, Pilar continuó presentándose en los más prestigiosos teatros de España, consolidándose como una bailarina de renombre internacional. Su estilo, caracterizado por la fusión entre la técnica impecable y una profunda expresividad, le ganó el reconocimiento y la admiración tanto de la crítica como del público en escenarios de gran renombre.
A partir de 1970, de regreso en México, Pilar Rioja encuentra al maestro que marcaría profundamente su carrera: Manolo Vargas. Bajo su guía, Pilar perfeccionó su arte, aprendiendo los secretos más sutiles de la coreografía. Vargas no solo potenció su capacidad técnica, sino que también refinó su expresión artística, ayudándola a transformar cada interpretación en una obra llena de matices y emociones. Con su mentor a su lado, Pilar alcanzó nuevas cimas en su carrera, consolidándose como una de las grandes figuras de la danza española en México, reconocida por su elegancia, precisión y dominio escénico.
En 1984, tras la muerte de su esposo, el poeta Luis Rius, Pilar Rioja enfrenta una profunda pérdida, pero su pasión por la danza se convierte en su refugio y fuerza motriz. Con una dedicación inquebrantable, Pilar continúa su carrera profesional, sumergiéndose aún más en su arte y encontrando en la danza clásica española la inspiración que la impulsa a seguir adelante. A pesar del dolor, su trayectoria artística no se detiene; al contrario, sigue llevando su maestría a escenarios de todo el mundo, donde su estilo único, cargado de elegancia y emotividad, la consagra como una embajadora indiscutible de la danza española.
La vasta y prolífica carrera de Pilar Rioja, que abarca desde 1938 hasta la actualidad, la ha consolidado como una de las figuras más importantes de la danza española a nivel internacional. Su inagotable dedicación y talento le han permitido presentarse exitosamente en todo el territorio mexicano, recibiendo múltiples reconocimientos a lo largo de su trayectoria. Su arte ha trascendido fronteras, llevándola a escenarios de España, Viena, Bulgaria, Estados Unidos, Canadá, y las repúblicas de la ex Unión Soviética, entre otros países. Además, ha sido aclamada en América Latina, en naciones como Argentina, Costa Rica, Cuba, Nicaragua, Guatemala y Colombia, por mencionar solo algunos. En cada uno de estos lugares, Pilar ha dejado una huella indeleble, siendo admirada por su impecable técnica, su interpretación emocionalmente profunda y su fiel compromiso con la preservación y evolución de la danza clásica española.
A lo largo de su carrera, Pilar Rioja no solo ha dejado una marca en la danza, sino que también ha sido una fuente de inspiración para diversos artistas de múltiples disciplinas. Escultores como David Narudnisky, José Luis Padilla y Joaquín Arias han inmortalizado su figura en obras que capturan la esencia de su arte y su elegancia en movimiento. Pintores de renombre, como Héctor Javier, Antonio Peyri y Alfaro Siqueiros, han plasmado su imagen en lienzos que reflejan la intensidad de su expresión. Además, su profunda conexión con la poesía ha sido reflejada en las obras de grandes poetas como Luis Rius, su esposo y colaborador intelectual, Juan Duch y Alfonso Simone, quienes encontraron en Pilar una musa que encarnaba el arte, la pasión y la belleza de la danza. Así, Pilar ha trascendido su papel de bailarina para convertirse en un símbolo de inspiración artística multidisciplinaria.
Su extraordinaria trayectoria no solo se limita a presentaciones en el escenario, sino que también abarca la enseñanza de una variedad de cursos dirigidos a bailarines y escuelas. Pilar ha compartido su vasta experiencia a través de conferencias y ha creado magníficas coreografías que han dejado una huella indeleble en el ámbito de la danza. Entre sus obras más destacadas se encuentran “El Retablo del Mirlo Blanco” y “Mística y Erótica del Barroco”, entre otras, que reflejan su creatividad y su profundo conocimiento de la danza.
Su aportación fue la “innovadora idea de la introducción de las castañuelas en la danza, con música barroca italiana y española” [Elena Poniatowska, “Pilar Rioja” en Todo sobre México, 1999]
Fuentes:
www.pilar-rioja.com
https://es.wikipedia.org/wiki/Pilar_Rioja
El Universal 28 nov 2017
https://www.elsiglocoahuila.mx/noticia/2017/pilar-rioja-recibe-la-medalla-bellas-artes-por-trayectoria.html
página 8 periódico cultural y de eventos de Chihuahua
26 nov 2012
https://pagina8.com.mx/extraordinaria-presentacion-de-pilar-rioja/
Para saber más: JOSÉ DE UDAETA