1679
Abarca de Bolea, Ana Francisca
Vigilia y octavario de San Juan Baptista
Mª Ángeles Campo Guiral, Instituto de Estudios Altoaragoneses (Huesca), 1994
Levantaron las mesas, siendo último postre los acordes instrumentos. Pidieron a Marica los alegrara con las castañuelas, danzando la Españoleta, que tan valida andaba en aquellos días. Excusóse la zagala diciendo que en la guarda del ganado olvidó lo que en sus niñeces había adquirido (no hay que admirar, que es distinto y extraño del entretenimiento el afán y cuidado de algún ministerio). Fueron tantas las instancias que hicieron a la doncella que hubo de obedecer porque, sobre ser entendida, era cortés y, así, quiso hacer ese gusto. Y, viendo que de su baile no había de resultar daño a la cabeza de su adbogado Precursor, bailó con tanta gala, donaire y modestia que parece había tenido en los desiertos páramos academia de este ejercicio. No hubo zagala ni pastores que no le dieran duplicadas gracias y, volviendo a sus cabañas, pasaron la fiesta con toda comodidad, cobrando Fileno y Lisis el rato que del sueño les había usurpado el cuidado.