Fanny Elssler, figura emblemática del ballet romántico, nació en Viena en 1810. Su talento innato la llevó a los escenarios desde temprana edad, debutando en el Hoftheater de Viena en 1822. Su carrera se vio marcada por una rivalidad artística con Maria Taglioni, quien representaba el ideal de bailarina etérea y grácil, en contraste con el estilo más terrenal y apasionado de Elssler.
El punto álgido de su trayectoria llegó en 1836 con su debut en la Ópera de París, donde interpretó el papel principal en "El diablo rojo" de Jean Coralli. Esta actuación la catapultó a la fama internacional, consolidándola como una de las bailarinas más aclamadas de su época.
En 1840, Elssler emprendió una gira triunfal por Estados Unidos, donde incluso llegó a presentarse ante el presidente. A pesar de su éxito en América, su prolongada ausencia de la Ópera de París derivó en la cancelación de su contrato. Sin embargo, esto no impidió que continuara bailando por toda Europa hasta su retiro en 1851.
Elssler se destacó por su virtuosismo técnico y su capacidad para interpretar una amplia gama de estilos, desde danzas clásicas hasta bailes folclóricos. Su dominio de la cachucha, una danza española vibrante y sensual, la convirtió en un ícono de la época. La interpretación de Elssler de la cachucha, caracterizada por su fuego y pasión, la diferenció de otras bailarinas y la consagró como una figura legendaria del ballet.