sábado, 28 de abril de 2018

CRÓTALOS Y CASTAÑUELAS EN LAS BRAÑAS ASTURIANAS



El texto original fue publicado por el diario La Nueva España de Oviedo en septiembre de 1982.

Sobre un origen caldeo de los vaqueiros.

El jabalí de Adonis, puesto de testigo para contar crótalos.

Daniel Fernando Sánchez Polo

      Desde hace algún tiempo se ha generalizado el uso del vocablo griego crótalo, para definir las castañuelas de los brañeros asturianos. Uno de los posibles orígenes podremos hallarlo partiendo del estudio de Acevedo "Los vaqueiros de alzada de occidente", en su segunda edición de 1915.
Al referirse a los instrumentos musicales de percusión hace notorias referencias a la castañuela utilizando este término en casi toda la obra pero no así en el capítulo de crítica dedicado al doctor Rubio por su publicación en la revista "Alrededor del Mundo" de fecha 17 de noviembre de 1882.


LA TEORÍA DEL DOCTOR RUBIO

     A partir de un cabello de la aldeana que acudió a su consulta calzada de madreñas y con un pandero cuadrado y un par de castañuelas, cree haber encontrado un origen caldeo de los vaqueiros y refiriéndose a los instrumentos musicales: "... Digo que tienen valor  nimiedad de la forma del pandero, la magnitud de los crótalos y sus dibujos".
      La réplica del señor Acevedo es iracunda: " A la vista tenemos pandero y castañuelas y juramos por el jabalí que hirió a Adonis, que caben más de doce pares de crótalos en el interior del pandero y bien será decir que unos y otros instrumentos fueron recogidos en lugares donde no hay vaqueiros de alzada".
Pero veamos qué motivos indujeron al doctor a introducir el vocablo.


DESCRIPCIÓN DE UN CRÓTALO

     Siguiendo entro otras, la obra dirigida por Norbert Dufoucq, "La música", sabemos que es un antiguo instrumento de percusión formado por un mango al que están fijados dos, cuatro o seis brazos (la mitad de los cuales flexible), provisto en sus extremos de platillos de bronce, que, al sacudirlos, entrechocan.
      Las castañuelas que pudo ver el doctor Rubio no tienen mango, brazos, ni platillos de bronce y salvado pequeñas diferencias, la descripción nos recuerda más al sistro que a los instrumentos musicales de los habitantes de las brañas.








UNA DEFINICIÓN DE CRÓTALO

     "Antiguo instrumento de percusión, castañuela de metal, poet. Castañuela. Es e la definición donde podemos encontrar el presunto origen de la utilización del término griego crótalo.
En un leguaje literario no cientifico suele usarse dicho vocablo, no sólo para la castañuela, sino para una larga lista de instrumentos de percusión digitales.
        Y ponemos por testigo a un coetáneo del doctor analuz, Benito Más y Prat que en su extensa obra de finales de siglo pasado " La tierra de María Santísima" se lamenta porque: "Confundíanse generalmente los palillos con el crótalo, crusnata y otros instrumentos de la antigüedad pagana".
          Para finalizar, se deberá  observar que no aparece el término griego en ninguna de las canciones conocidas de los vaqueiros de alzada como así ocurre con las castañuelas:


Toca las castañuelas
en sin galbana;
la que toca el panderu
tudu lu paga.



CONCLUSIÓN

No nos es propio el vocablo crótalo como castañuelas usadas por los vaqueiros de alzada, por no ser utilizado por ellos, por tener una imagen distinta, por falta de testimonios directos y por servir a una confusión filológica y folklórica innecesaria.
















ICONOGRAFÍA. Grabados de Doré. 14




14 Un baile fúnebre (jota), en Jijona (provincia de Alicante).
G. Doré / Ch. Davillier
Viaje por España.











Para la fe católica, los niños que mueren antes de alcanzar la edad de razón, momento en que se considera que desarrollan la capacidad de discernir entre el bien y el mal, ostentan un estado de inocencia y pureza absolutas. Se les asocia con la imagen de los ángeles, seres celestiales libres de pecado y cercanos a Dios.








En este contexto, los bailes fúnebres infantiles simbolizan la alegría y la esperanza que embarga a la comunidad ante la certeza de que el alma del pequeño ha ascendido directamente al paraíso, libre del sufrimiento terrenal.












viernes, 27 de abril de 2018

Filmoteca. Las aguas bajan negras






1948
Danzas asturianas en la película basada
 en la novela la Aldea perdida de
Armando Palacio Valdés y dirigida
 por José Luis Sáenz de Heredia en 1948.




































lunes, 23 de abril de 2018

BIBLIOTECA.1496 Encina, Juan de. Cancionero.



1496
Encina, Juan de.
Cancionero. RAE I8
Juan Carlos Temprano, Hispanic Seminary of Medieval Studies (Madison), 1995


HermanaTocaste las quintas
de tu caramillo
y al trocar las cintas
mucho cantarcillo:
diome aqueste orillo
nuestramo
ya soy desposado.
Quanta castañeta 
mingo por el cielo
y aun que çapateta
dava alli vn moçuelo:
a tremer el suelo
nuestramo
ya soy desposado.






domingo, 22 de abril de 2018

viernes, 13 de abril de 2018

El Scabellum.


EL SCABELLUM.

 Daniel S. Polo
Publicación original en la Revista Domine Cultural de Buenos Aires. 
Argentina noviembre de 2005.


Si algo saben hacer perfectamente los dioses es divertirse. Y para ello educaban a su prole en las distintas artes de la música. No sabemos si serían los sátiros los más avezados en estas artes pero, al menos, fueron representados reiteradamente como músicos en el arte de tocar los más diversos instrumentos.

Al viejo Sileno se le suele representar tocando los címbalos, unos pequeños platillos, al son del los cuales suponemos que Dionisio se emborrachaba. Otros, aun más duchos en sus artes musicales completaban el son remarcando el ritmo con una enorme suela de madera con piezas metálicas que movían con el pié.

USADOS POR SÁTIROS EN SUS FIESTAS DIONISIACAS Y POR TÍBICES ACOMPAÑANDO ALEGRES BAILES 

El scabellum romano o Kroupezia, como se conocía entre los griegos era, según las distintas versiones de sus propios autores, una especie de sandalia de madera con dos suelas unidas por un borne en el talón que contenían una serie de piezas metálicas y que servía para acompañar el ritmo en ciertos bailes.

Pólux, Suetonio, Cicero en pro Caelio, Arnobio, Agustin… son ejemplo de los que, sorprendentemente, se han fijado en este instrumento y gracias a sus anecdóticos comentarios nos llegaron algunas de sus utilidades como la de su uso dentro de las representaciones teatrales y que con él, el tañedor de aulos indicaba el comienzo y final de los actos. Cualquier otra mención posterior del instrumento se basa en estas exiguas citas. Debemos resaltar el LEXICON UNIVERSALE de Johann Jacob (1635–1706) un espléndido ejercicio de recopilación de las fuentes clásicas y el Diccionario de antigüedades romanas y griegas de Antonio Rich, aunque con algunos errores bibliográficos al menos en la edición de 1883 que es la que conocemos (1).


LOS SÁTIROS INSTRUMENTISTAS 


Nos enfrentamos ahora a las representaciones iconográficas del instrumento donde se nos muestran unas piezas muy elaboradas, auténticos zapatos de madera y metal “calceô id ferreô aut ligneô faciebant”. Similar a los chapines tan de moda en el siglo XV y posteriores, pero estos de madera y con un corte trasversal donde colocan las chapas que al entrechocarse debían hacer un sonido muy parecido al de los chinchines actuales.

En el caso de representaciones escultóricas de los sátiros, aparecen con unos címbalos mientras se acompañan de un krupezia simple, es decir, con sólo un par de “chinchines” o chapas metálicas como el que lleva la figura expuesta en el museo de los Uffizi en Florencia (Fig. 1).



En el bajorrelieve en mármol del Museo del Capitolio de Roma, aparece un ejemplo doble, dos pares, uno de mayor tamaño que el otro y tirado a su lado unos címbalos que, como en el caso de las representaciones escultóricas de sátiros, completan el conjunto musical (Fig. 2).

Tanto en un ejemplo como en el otro es de suponer que estos instrumentos formaran parte de un conjunto musical más amplio, seguramente algún aerófono con el que complementar la música.

Es tal el desconocimiento posterior de este instrumento que en algunas copias realizada por artistas posteriores imitando el estilo de los clásicos, fue eliminado o, como ocurre en casos extremos, fue representado como un fuelle de aire.

Otro dato a tener en cuenta, es que en la actualidad sigue conociéndose por su antiguo término romano, Scabellum y no fue adaptado su nombre, como ocurre en otros instrumentos, a las lenguas actuales. El término scabellum evolucionaría al castellano como escabel que representa un pequeño peldaño para descansar los pies.


CUIDADO CON LAS TRADUCCIONES 

La mayoría de las versiones en castellano actuales de los clásicos –salvo en ediciones académicas muy cuidadas– suelen realizarse, no a partir de los originales, sino de las traducciones inglesas de esos mismos clásicos. Pero también estos traductores se encuentra con un instrumento musical apenas conocido y que no tiene traducción por lo que se ve obligado a tomar dos caminos: o dejar el vocablo romano que no significaría mucho a la mayoría de los lectores, ampliando su significado con una llamada o nota; o actualizar el término a algún otro instrumento actual. Los ingleses tienen un término muy recurrente para una amplia familia de idiófonos: Castanet, y que puede, dentro de un contexto general, adaptarse a las exigencias de la traducción. El problema surge cuando nuestros traductores se encuentran con el término y nuestro escabellum–castanet se convierte en castañuela. En castellano el vocablo sugiere un tipo de instrumento muy particular que poco tiene que ver con el original.

EL MOSAICO DEL AVENTINO 

En 1711 aparece en los jardines de la Iglesia de Sta. Sabina en la ladera cercana al Tiber de la colina Aventino los fragmentos de un mosaico que extraídos en bloques formaron tres bandas de metro y medio de largos con alturas de cuarenta y cinco a sesenta y cinco centímetros y que en la actualidad se pueden admirar en el atrio de la Scala de Bramante (2). Aunque de gran interés cualquiera de ellos, el que hoy nos ocupa representa en su parte central un arco que guarda en su interior una mesa, un ánfora y a un enano o una pequeña figura humana con una jarra en la mano. A cada uno de los lados aparece un grupo de bailarines, acompañados ellas con crótalos y ellos con unas cañas hendidas “raucos excutiens calamos” de las que se tienen aún noticias en varias partes de la geografía ibérica y de las que nos ocuparemos en otro momento. Estos bailarines se mueven al compás de una doble flauta tocada por el tíbice que con su pie mantiene el son con el scabellum (Fig. 3–4).



Este scabellum, a diferencia de los anteriormente descritos, parece más “ocasional”, menos trabajado y popular. Da la sensación que el instrumento haya sido fabricado para la ocasión. Es posible que este tipo de scabellum pudiera carecer de las chapas metálicas y limitarse a una simple doble suela de madera como la representada en el dibujo. De ser así deberíamos pensar que tendría alguna concavidad interior que sirviera de resonador para ampliar el sonido del instrumento (Fig. 5).



¿Por qué el scabellum desaparece y no llega a sobrevivir o evolucionar como otros instrumentos de su época? ¿qué instrumento ocupó el vacío dejado por éste? Hay preguntas que sólo pueden recibir contestación con una visión más amplia de todos los instrumentos musicales aquí relacionados y de los que se puede hablar más adelante. Sirvan estas líneas para llamar la atención del antiguo e ingenioso scabellum, scabella, kroupezai, kroupala o kroupalon; deleite de griegos y romanos (3).

____________

NOTAS 

(1)Para los que gustan de revisar las fuentes originales deber acudir a “pro Caelio” 65 y nº 27 y a “Arnobio II”, 42 en vez de 73 como indica Rich. Estos deslices como algunos otros no consiguen deslucir la magnífica obra de este autor que sigue siendo fundamental para el conocimiento de aspectos básicos de las culturas que nos anteceden.

(2) Las referencias al mosaico, así como las fotografía del mismo se las debemos a Ramón Corzo Sánchez profesor titular en la Universidad de Sevilla. Puede verse su trabajo más completo en “Imágenes de las Bailarinas Tartésicas”, Boletín de Bellas Artes de Sta. Isabel de Hungría, nº 31, 2003. pp. 205–231.





(3) Para más información gráfica remitimos al lector interesado al sitio web El mundo de la Castañuelas









jueves, 12 de abril de 2018

PINACOTECA. 1782?. Fandango.



1782?
07 Fandango. En: Dugazon, Gustave (1782?-1826?).
Danses nationales de chaque pays,
dédiées aux dames arrangées et composées par Gustave Dugazon,
ornées de vignettes
Paris: Gide fils Gravé par Richomme, 1821
Biblioteca Nacional - Biblioteca Digital Hispánica. M/562










miércoles, 11 de abril de 2018

martes, 10 de abril de 2018

lunes, 9 de abril de 2018

PINACOTECA. 1795. Retrato de Mariana Márquez. Lorenzo Barrutia.


1795
01 Retrato de Mariana Márquez bailando el zorongo.
Lorenzo Barrutia, ca. 1795
Biblioteca Nacional de España, Bellas Artes, 400068















sábado, 7 de abril de 2018

BIBLIOTECA. 1892 Fernández y Medina, B. Charamuscas



1892 Fernández y Medina, B. Charamuscas



Amaneció el domingo de Carnaval, y los muchachos en cuanto hubo luz estuvieron levantados, porque la noche había sido de insomnios y pesadillas, llenos de máscaras, estandartes, raros instrumentos musicales, coronas, bebidas que les embriagaban, cigarros de hoja grandísimos, que les hacían doler los ojos con el humo.

Poco á poco fueron reuniéndose en el hueco. Algunos traían pantalon blanco y camiseta roja; otros, los mas, se habían puesto sus ropas más sanas del revés, y pintada de negro la cara ó cubierta con una nariz postiza ó una careta, un antifáz, etc.; y casi todos traían, á falta de otros instrumentos, dos costillitas secas metidas entre los dedos á guisa de castañuelas ó tejoletas.

Pero Cachiruza y La Vieja, no llegaban... Al fin un bombeador avisó la llegada de un grupo. Todos se asomaron. Venía Cachiruza al frente, con su traje blanco y colorado, un gran sombrero de paja con flores y cintas en la cabeza, zapatillas con trenzado, y en la mano un baston semejando un tirso de Baco, con una cascada de cintillas. Rebosábale el contento en la cara y no hacía mas que mirarse los alpargates, y una banda de terciopelo muy sucio y gastado pero conservando bordados de gusanillo de oro, y que como signo de autoridad traía terciada sobre la blusa.







EL MUNDO DE LAS CASTAÑUELAS

Las entradas de este Blog provienen de una antigua página publicada en internet en los años 90. En principio se pretende publicar los conte...