Nueva representación de tablillas de entrechoque medievales en el románico segoviano: bailarina en un canecillo de San Andrés de Pecharromán. Segovia.
Localización: Iglesia de San Andrés, Pecharromán (Segovia), muro sur de la nave.
Cronología: ca. 1170-1185
Técnica: Relieve escultórico en piedra (canecillo).
Iconografía: Figura femenina tañendo tablillas de entrechoque medievales.
En uno de estos canecillos se conserva una
singular figura femenina, esculpida en actitud frontal, con el rostro
ligeramente sonriente y un tocado de amplio volumen que se despliega sobre la
cabeza a modo de lazo o adorno festivo. La figura, que podría interpretarse
como una bailarina o intérprete gestual, sostiene en cada mano una tablilla
rectangular de contornos bien definidos. El modo en que se muestran las manos y
la cercanía de los dos elementos sugiere con claridad su uso como instrumentos
de percusión por entrechoque manual.
Nos encontramos ante una representación poco
común: una mujer que participa activamente en la creación sonora mediante la
percusión rítmica con tablillas, probablemente acompañando una danza. La
escultura transmite movimiento y ritmo, acentuado por la actitud viva del
rostro y la posición simétrica de los brazos. Este tipo de escenas, integradas
en el conjunto decorativo exterior de iglesias rurales, constituyen valiosos
testimonios de las prácticas musicales y performativas de época medieval, más
allá del ámbito litúrgico.
Este hallazgo en Pecharromán se suma al
conjunto creciente de imágenes que documentan el uso de tablillas de
entrechoque como recurso rítmico en el Occidente medieval, y refuerza la
hipótesis de su inclusión dentro de un imaginario musical estrechamente
vinculado a la danza, la gestualidad y el espectáculo.