1982
Lorenzo Pereda, Manuel j.
Los instrumentos musicales tradicionales: elemento esencial de la identidad herreña (I)
nº 1 de la revista San Borondón del CCPC (Diciembre de 1982)
A través de: bienmesabe.org 2013
Los instrumentos musicales característicos del folklore tradicional son el pito, el tambor y las chácaras.
Las chácaras. De gran belleza es el "repiqueteo" emitido por las chácaras de los bailarines cuando interpretan la que es, sin duda alguna, una de las danzas más bellas del Archipiélago Canario: el tango, baile de cortejo y festivo por excelencia.
Las chácaras muestran una forma similar a las castañuelas. Su cometido es de "majar el bajo y repiquetear el alto". Fáciles de construir, se prefiere la madera de escobón (hoy bastante escasa), utilizándose también la de granadillo, moral y nogal. El proceso de fabricación empleado es el siguiente: "Se marcan y se recortan con la azuela; le abro el cuerpo de dentro con el gobio curvo; paso la broca hecha por mí, de media luna, para dejarla perfecta; con la azuela la voy adaptando hasta que me quede menos madera para perfeccionarla con la navaja; con el cristal la pongo completamente lisa, cristal de garrafón, de botella no sirve porque no deja filo al partirlo como el de garrafón; darle brillo con la misma madera. El pobre mi padre lo hacía también"9.
Era frecuente -sobre todo cuando los bailarines ensayaban en las plazas el Baile de la Virgen, en vísperas de la Bajada de la Virgen y de las fiestas de los pueblos- que los niños acompañaran la música -no sin las correspondientes reprensiones por parte de los mayores- con las denominadas chácaras de lapa, posible instrumento musical de tonación indígena, el cual se describe en la siguiente estrofa:
Y hasta los chiquillos
hacen castañuelas
poniendo en dos valvas
unas piedrezuelas.
Cada pueblo suele tener sus bailarines y unos cuantos tocadores, naturales o casados allí: "se es del pueblo donde se vive", así como amañados: herreros, tamboreros, artesanos de la madera, quienes se encargan de confeccionarlos. A los buenos tocadores de pito y tambor se les recuerda con énfasis, contribuyendo tal manifestación artística, cuando se posee algún defecto físico, a mejorar su condición social: "El mejor tocador de pito de la Isla del Hierro -hace unos treinta años- es David. Lo tocaba a zurdas; era sordo. Decía: yo soy sordo pero oigo. Mi hijo es el mejor tocador que hay ahora, también lo toca a zurdas"10.
En las fiestas, la música de pitos y tambores concentra y atrae la atención de la concurrencia. Y en las procesiones, los tocadores de dichos instrumentos se disponen en línea delante mismo de la imagen. Pitos y tambores se guardan con gran recelo y devoción, transmitiéndose patrilinealmente dentro del grupo familiar. Con frecuencia se hace alusión a ellos en las diferentes creaciones poéticas: romances, loas...
Decenas de danzarines
típicamente ataviados
al son de pitos armados,
castañuelas y tambores
soportando los rigores
de la fe y clemencia
que abnegada diligencia
muestran por su devoción
siguiendo la tradición
para guardar su indulgencia11.
Notas
9. Agradecemos dicha información a D. Eloy Quintero Morales. Taibique, EI Pinar (Frontera).
10. Información recogida en Las Casas, EI Pinar (Frontera) en 1979. David el del Pinar es además autor de uno de los toques del Baile de la Virgen, bailado como redondo.
11. Décimas anónimas alusivas a la Bajada de la Virgen.